Las sociedades registradas en Hong Kong permiten realizar operaciones de inversión pero también están perfectamente adaptadas a las actividades de comercio, especialmente con Asia.
Se puede utilizar una sociedad en Hong Kong como pasarela para invertir en China utilizando los beneficios obtenidos gracias al acuerdo bilateral de librecambio denominado CEPA así como la convención preventiva sobre la doble imposición entre Hong Kong y China.
Según el acuerdo CEPA (Closer Economic Partnership Arrangement), todos los productos originarios de Hong Kong están automáticamente exentos de gastos de aduana en los intercambios con el resto del territorio chino.
Una sociedad de HK que compra a fabricantes en China y revende a clientes en Europa puede estar exenta del impuesto hongkonés sobre los beneficios si demuestra a las autoridades hongkonesas que los beneficios se han obtenido fuera de HK.
Los beneficios podrán repartirse (sin retención) entre los accionistas, independientemente del país del que se trate.
Existen también dos acuerdos sobre la doble imposición, uno firmado entre Hong Kong y Bélgica y otro con Tailandia.